Un libro -recientemente publicado- compila una serie de escritos sobre el uso del enfoque de género para hacer periodismo. Sugiere cómo tratar desde este punto de vista algunos temas frecuentes de la agenda de los medios, como violencia contra la mujer, salud sexual y reproductiva, y trata de personas.
TEXTOS. MARIANA RIVERA. FOTOS. GENTILEZA ARTEMISA Y EL LITORAL.
Es frecuente que leamos o veamos en los medios de comunicación noticias que tienen que ver con hechos de violencia contra las mujeres, generalmente tratados de manera “escandalosa”, sobre todo cuando hay “condimentos” adicionales si la mujer es conocida públicamente o tiene dinero.
Otros temas candentes en los últimos tiempos refieren a la trata de personas y al uso de lenguaje sexista para hablar de ciertas cuestiones vinculadas con las mujeres. Pero, en todos los casos, no siempre son tratados pensando si ese hecho periodístico afecta de una manera distinta a las mujeres y a los hombres.
Por este motivo, Sonia Santoro y Sandra Chaher, periodistas, se pusieron a trabajar para brindar herramientas para hacer periodismo de género a periodistas, comunicadores, activistas del movimiento de mujeres o del feminismo, académicas interesadas en esta temática y el público en general.
Fueron las encargadas de compilar escritos hechos por académicas y periodistas sobre este tema, de los que surgió el libro “Las palabras tienen sexo II. Herramientas para un periodismo de género”, publicado por Artemisa Comunicación Ediciones, que fuera presentado el 10 de agosto pasado en Buenos Aires.
En diálogo con Nosotros, Sonia Santoro recordó que “el primer libro -publicado en julio de 2007- está basado en el primer curso que dimos en Artemisa Comunicación, de Periodismo con Enfoque de Género, con clases teóricas y prácticas. En este segundo queríamos seguir pensando y dándonos herramientas a nosotras mismas y a otros periodistas para trabajar el enfoque de género en sus notas y actividad cotidiana”.
“También pensamos -precisó- que debía haber, nuevamente, una conjunción de teoría y de reflexión sobre la práctica. Por eso convocamos a académicas como una antropóloga feminista que habla sobre la historia del movimiento de mujeres en el siglo pasado en la Argentina, o una especialista en masculinidad que escribió sobre cómo reflexionar acerca de qué hacen los medios con los hombres, y analizó el periodismo y las publicidades”.
Y agregó: “También hay otros capítulos que son reflexiones sobre cómo hacer periodismo de género, qué significa el enfoque de género, cómo se aplica o no y por qué es necesario; otro sobre feminicidio (los asesinatos de mujeres por razón de género, perpetrados por sus maridos, parejas, novios o ex parejas) o las mujeres que llegaron al poder y cómo tratan los medios estos temas; la polémica del lenguaje sexista; o recomendaciones sobre cómo abordar el tema de la trata de personas, que está siendo muy visible en los medios y a veces con algunos problemas, especialmente para explotación sexual”.
MUJERES Y HOMBRES
Sonia Santoro definió al periodismo de género como una forma de “mirar la realidad haciéndote una pregunta básica: cómo afecta ese hecho periodístico de una manera distinta a las mujeres y a los hombres; ver las diferencias en cualquier tema y no en los típicos temas llamados de mujeres, ya que también podría ser en temas de economía o política”.
Sin embargo, advirtió que “también tiene que ver con dar visibilidad a las mujeres porque históricamente han estado invisibles. Hay que hacer un acto de reparación. Ésas serían las dos líneas de trabajo que estamos llevando adelante”.
Consultada en relación a si los hombres que se desempeñan como periodistas aceptan este punto de vista, admitió que “el tema es difícil, más complicado, pero ha habido periodistas sensibles o grupos de hombres por la equidad que están luchando por estas cuestiones. Si bien también son perjudicados por cómo está funcionando la sociedad en este momento, la peor parte la tenemos las mujeres y es más fácil para ellos quedarse en el lugar en que están. Por eso nosotras también hacemos capacitaciones porque es importante ir metiendo estos temas y palabras nuevas para sensibilizar a varones”.
TEMAS CANDENTES
“La violencia contra las mujeres -admitió- es uno de los temas que más se ve cotidianamente. Aparece tratado bastante escandalosamente a veces, sobre todo cuando hay otros ingredientes como si la mujer es de dinero o está vinculada al espectáculo. Ahí hay bastantes problemas con cómo se abordan estos casos”.
En este sentido, sugirió “erradicar el mote de ‘crimen pasional’ cuando se habla de violencia de género porque no se trata de un arrebato, de un impulso, sino que es un delito y no se puede justificar como un arrebato de la pasión, porque estaba borracho, o porque se habían peleado. La idea es sacar esas justificaciones”.
Y agregó: “También es importante contextualizar esa información (el caso en sí), explicando si hubo denuncias previas de maltrato, y también en relación al fenómeno de la violencia de género, explicando que no es un caso aislado, tanto en la ciudad como en el país y el mundo. También se pone mucho acento en la víctima y se deja de lado el victimario. Por eso, hay que dejar de echarle la culpa a ella de lo que pasó”.
Sin embargo, mencionó que otros temas fuertes “tienen que ver con la salud sexual y reproductiva, el acceso a la posibilidad de tener o no un hijo (de cuidarse), la violencia y la trata de personas. En todos está en juego la vida de las mujeres. Pero también hay otros temas: el acceso a la justicia, las posibilidades que tenemos las mujeres de tener más tiempo libre; son cosas que tiene que repensar la sociedad, porque van sucediendo, desde otra óptica”.
CONSEJOS SALUDABLES
En base a su experiencia, la licenciada en Comunicación Social -graduada de la UBA- ofreció una serie de pautas para poder ejercer correctamente el periodismo de género “con todas las letras”: “Tenemos que introducir esta pregunta nueva acerca de la diferencia entre varones y mujeres ante cualquier hecho; ver cuáles fuentes consultamos; tratar de que haya tanto varones como mujeres opinando y que las mujeres que opinan no siempre lo hagan en calidad de testimonio, como suele suceder; recurrir a especialistas con enfoque de género para los distintos temas. Si se corrigen estas cosas -que parecen mínimas- se notará una diferencia en las notas”.
Otra recomendación de una de las compiladoras del libro “Las palabras tienen sexo II” consistió en “algo muy sencillo de hacer: feminizar las profesiones, que algunos medios han incorporado a partir del debate por Cristina Fernández como presidenta, pero no todos por igual. Cuidar el lenguaje es otro gran ítem para que sea inclusivo y no peyorativo con las mujeres. Por ejemplo, no se debe hablar de la vestimenta de la presidenta y hay que nombrarla con su nombre y apellido de soltera y no sólo con su nombre de pila o el apellido de su marido”.
En tanto, mencionó que también hay que tener precaución al momento de publicar imágenes. “Se ponen imágenes de mujeres para ilustrar cualquier cosa (como en el espectáculo) en los medios más sensacionalistas. Siempre hay modelos o vedetes en poses sexies. Pero por otro lado faltan imágenes de mujeres en otros espacios y de otro tipo de mujeres; sólo las que cumplen el requisito de ser jóvenes y bellas. La idea es variar las imágenes y lograr un cierto equilibrio. Estas son otras cuestiones a tener en cuenta”.
Por último, se refirió al perfeccionamiento de los y las periodistas. “Más allá de los contenidos (sobre periodismo de género) también está la cuestión profesional, ya que es deseable que las periodistas puedan acceder a puestos de edición y dirección, más jerárquicos”.
+ información
Artemisa, asociación civil
www.artemisanoticias.com.ar
ENSAYO Y ANÁLISIS
“Las palabras tienen sexo II. Herramientas para un periodismo de género” -publicado por Artemisa Comunicación Ediciones- fue presentado recientemente en la Escuela de Periodismo Eter de Buenos Aires y contó con la participación de periodistas destacadas por su compromiso con la labor periodística y su conciencia sobre la igualdad entre varones y mujeres.
Es un libro de ensayo y análisis compuesto por doce capítulos, compilado por las periodistas Sonia Santoro y Sandra Chaher (directoras de Artemisa Comunicación y del portal Artemisa Noticias, ex integrantes de Las 12, suplemento del diario Página 12), y escritos por académicas, como Mónica Tarducci, Eleonor Faur y Claudia Laudano, entre otras, así como por periodistas especializadas en género como Gabriela Barcaglioni, Luciana Peker, Carolina Escudero, y las compiladoras.
Es la continuación del libro “Las palabras tienen sexo. Introducción a un periodismo con perspectiva de género”, también publicado por Artemisa Comunicación Ediciones, que salió a la calle en julio de 2007.
Los capítulos abordan temas como historia del feminismo en Argentina, diferentes paradigmas de investigación de comunicación, las masculinidades en los medios, la salud sexual y reproductiva en el periodismo, sensibilización tecnológica, el lenguaje no sexista, la paridad en los medios, los feminicidios en los medios de comunicación, cómo abordar la trata de personas desde el periodismo, publicidad y estrategias para incidir en los medios de comunicación.
datos APORTES
La publicación cuenta con un anexo en donde se incluye un decálogo del diario Público de España sobre cómo tratar a la violencia contra las mujeres y otra de la Red Par de Argentina. También ofrece un anexo denominado “Las 10 P del periodismo argentino”, que plantea las diez pautas básicas, y otro especial sobre salud sexual y reproductiva.